El Santo Rosario

Todos los días de la semana de Lunes a Sábado contemplamos y meditamos los Misterios del Santo Rosario de Nuestra Madre la Virgen María acompañándole en todos los momentos trascendentales de su Vida y en la de su Santísimo Hijo Jesús, nuestro Señor. Los jueves lo rezaremos por la mañana a partir de las 12:00 del mediodía.

 

 

El comienzo del rezo del Santo Rosario es siempre 45 minutos antes de la celebración de la Santa Misa excepto los jueves que lo rezamos en la Adoración ante el Santísimo al mediodía.

Para los que deséis rezar el Santo Rosario en vuestra casa aquí tenéis los audios. cada Misterio tiene una breve reflexión de M. Esperanza de Jesús

CON CORAZÓN DE PADRE: ASÍ JOSÉ AMÓ A JESÚS, LLAMADO EN LOS CUATRO EVANGELIOS «EL HIJO DE JOSÉ»

PRIMER MISTERIO: SAN JOSÉ EL HOMBRE JUSTO A LOS OJOS DE DIOS.

 

De la palabra de Papa Francisco: Sabemos que fue un humilde carpintero, desposado con María; un «hombre justo», siempre dispuesto a hacer la voluntad de Dios manifestada en su ley y a través de los cuatro sueños que tuvo. Después de un largo y duro viaje de Nazaret a Belén, vio nacer al Mesías en un pesebre, porque en otro sitio «no había lugar para ellos». Fue testigo de la adoración de los pastores y de los Magos, que representaban respectivamente el pueblo de Israel y los pueblos paganos. (Patris Corde pg.3)

 

De la palabra de Madre Esperanza: Persuadámonos de que, para elevar nuestro corazón hacia nuestro Dios y avivar en nosotros el deseo de santificarnos, no nos es necesario muchos argumentos o consideraciones, pues debe bastarnos la convicción de que Dios es nuestro Padre, pues esta sola consideración mueve fuertemente el corazón a un intenso amor, capaz de invadir al alma entera por algún tiempo, disponiéndola a la vez para grandes cosas. (El Pan 15, 156)

 

1 Padrenuestro, 10 Ave. San José, Gloria al Padre

 

¡Oh San José!, hombre justo, esposo virginal de María y padre davídico del Mesías, Tú eres bendito entre todos los hombres, y bendito es el Hijo de Dios que a ti fue confiado: Jesús.

San José, patrono de la Iglesia universal, custodia nuestras familias en la paz y en la gracia divina, y socórrenos en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

SEGUNDO MISTERIO: SAN JOSE, ESPOSO VIRGINAL DE MARIA SANTISIMA

 

De la palabra del Papa Francisco: Tuvo la valentía de asumir la paternidad legal de Jesús, a quien dio el nombre que le reveló el ángel: «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados». Como se sabe, en los pueblos antiguos poner un nombre a una persona o a una cosa significaba adquirir la pertenencia, como hizo Adán en el relato del Génesis (Patris Corde pg.3)

 

De la palabra de Madre Esperanza: De modo habitual hay en nuestro amor a Dios una mezcla de amor puro y de amor de esperanza, es decir, que amamos a nuestro Dios, no sólo por ser El quien es: porque es nuestro Padre infinitamente bueno, sino también porque es la fuente de donde procede toda nuestra felicidad (El Pan 15,77)

 

1 Padrenuestro, 10 Ave. San José, Gloria al Padre

 

¡Oh San José!, hombre justo, esposo virginal de María y padre davídico del Mesias, Tú eres bendito entre todos los hombres, y bendito es el Hijo de Dios que a ti fue confiado: Jesús.

San José, patrono de la Iglesia universal, custodia nuestras familias en la paz y en la gracia divina, y socórrenos en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

TERCER MISTERIO: SAN JOSÉ, EL FIEL PRÓFUGO EN LA TIERRA DE EGIPTO

 

De la palabra de Papa Francisco: En el templo, cuarenta días después del nacimiento, José, junto a la madre, presentó el Niño al Señor y escuchó sorprendido la profecía que Simeón pronunció sobre Jesús y María. Para proteger a Jesús de Herodes, permaneció en Egipto como extranjero. De regreso en su tierra, vivió de manera oculta en el pequeño y desconocido pueblo de Nazaret, en Galilea —de donde, se decía: “No sale ningún profeta” y “no puede salir nada bueno”—, lejos de Belén, su ciudad de origen, y de Jerusalén, donde estaba el templo. Cuando, durante una peregrinación a Jerusalén, perdieron a Jesús, que tenía doce años, él y María lo buscaron angustiados y lo encontraron en el templo mientras discutía con los doctores de la ley

 

De la palabra de Madre Esperanza: El fundamento de nuestra suplica es por una parte, el amor que nuestro Dios tiene a sus criaturas y a sus hijos y la urgente necesidad que tenemos de su amparo, fuente inagotable de toda clase de bienes, que El tiende a derramarlos en las almas, y como Padre nuestro, no desea más que comunicarnos su vida, y que esta crezca en nosotros. (El Pan 16,166)

 

1 Padrenuestro, 10 Ave. San José, Gloria al Padre

 

¡Oh San José!, hombre justo, esposo virginal de María y padre davídico del Mesias, Tú eres bendito entre todos los hombres, y bendito es el Hijo de Dios que a ti fue confiado: Jesús.

San José, patrono de la Iglesia universal, custodia nuestras familias en la paz y en la gracia divina, y socórrenos en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

CUARTO MISTERIO: SAN JOSE EL SABIO JEFE DE LA SAGRADA FAMILIA DE NAZARET

 

De la palabra de Papa Francisco: Después de María, Madre de Dios, ningún santo ocupa tanto espacio en el Magisterio pontificio como José, su esposo. Todos pueden encontrar en san José —el hombre que pasa desapercibido, el hombre de la presencia diaria, discreta y oculta— un intercesor, un apoyo y una guía en tiempos de dificultad. (Patris Corde pg.4)

 

De la palabra de Madre Esperanza: También hemos de tener muy presente que el deseo de la perfección es el primer impulso hacia nuestro Dios y el primer paso para la santificación, pues el conocimiento de nuestro Dios, atrae a Dios a nosotros y nos ayuda a entregarnos a El por el amor. (El Pan 16,171)

 

1 Padrenuestro, 10 Ave. San José, Gloria al Padre

 

¡Oh San José!, hombre justo, esposo virginal de María y padre davídico del Mesías, Tú eres bendito entre todos los hombres, y bendito es el Hijo de Dios que a ti fue confiado: Jesús.

San José, patrono de la Iglesia universal, custodia nuestras familias en la paz y en la gracia divina, y socórrenos en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

QUINTO MISTERIO: SAN JOSÉ EL FIEL OBSERVANTE DE LAS FIESTAS RELIGIOSAS.

 

De la palabra de Papa Francisco: San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud. (Patris Corde pg. 6)

 

De la palabra de Madre Esperanza: El conocimiento de nosotros mismos, nos hace ver la necesidad que tenemos de nuestro Dios, y aviva en nosotros el deseo de recibirle, para que El llene el vacío que sentimos. (El Pan 16,171)

 

1 Padrenuestro, 10 Ave. San José, Gloria al Padre

 

¡Oh San José!, hombre justo, esposo virginal de María y padre davídico del Mesias, Tú eres bendito entre todos los hombres, y bendito es el Hijo de Dios que a ti fue confiado: Jesús.

San José, patrono de la Iglesia universal, custodia nuestras familias en la paz y en la gracia divina, y socórrenos en la hora de nuestra muerte. Amén.

 

LETANIAS A SAN JOSÉ

 

Señor, ten misericordia de nosotros

Cristo, ten misericordia de nosotros.

Señor, ten misericordia de nosotros.

Cristo óyenos.

Cristo escúchanos.

Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros.

Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros.

Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros.

Santa Trinidad, un solo Dios, ten misericordia de nosotros.

 

Santa María, ruega por nosotros.

San José, ruega por nosotros.

Ilustre descendiente de David, ruega por nosotros.

Luz de los Patriarcas, ruega por nosotros.

Esposo de la Madre de Dios, ruega por nosotros.

Casto guardián de la Virgen, ruega por nosotros.

Padre nutricio del Hijo de Dios, ruega por nosotros.

Celoso defensor de Cristo, ruega por nosotros.

Jefe de la Sagrada Familia, ruega por nosotros.

José, justísimo, ruega por nosotros.

José, castísimo, ruega por nosotros.

José, prudentísimo, ruega por nosotros.

José, valentísimo, ruega por nosotros.

José, fidelísimo, ruega por nosotros.

Espejo de paciencia, ruega por nosotros.

Amante de la pobreza, ruega por nosotros.

Modelo de trabajadores, ruega por nosotros.

Gloria de la vida doméstica, ruega por nosotros.

Custodio de Vírgenes, ruega por nosotros.

Protector de las familias, ruega por nosotros.

Consuelo de los desgraciados, ruega por nosotros.

Esperanza de los enfermos, ruega por nosotros.

Patrón de los moribundos, ruega por nosotros.

Terror de los demonios, ruega por nosotros.

Protector de la Santa Iglesia, ruega por nosotros.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: perdónanos, Señor.

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: escúchanos, Señor,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo: ten misericordia de nosotros.

 

V.- Le estableció señor de su casa.

R.- Y jefe de toda su hacienda.

 

ORACIÓN A SAN JOSÉ POR LAS VOCACIONES

 

¡Oh Dios¡ que has querido confiarnos a la fiel custodia de San José, por su intercesión concédenos corresponder con perseverancia a tu Divina llamada y a nuestra Familia del Amor Misericordioso, el don de numerosas y buenas vocaciones, para que podamos llevar a todo el mundo el mensaje de Salvación que Tú nos has encomendado. Por Cristo Nuestro Señor. Amén.